Día Nacional e Internacional de las Personas con Discapacidad
Las familias con hijos e hijas con discapacidad organizadas en “Los Angelitos”, seguimos enfrentando las barreras que condenan a nuestros hijos a una existencia de exclusión. Una situación que se agrava en las comunidades rurales y, sobre todo, que mayoritariamente, somos las mujeres las que nos dedicamos al cuido de nuestros hijos en situación de discapacidad, lo que limita, además, nuestro desarrollo como mujeres y nos coloca en las garras destructivas de la pobreza.
La atención especializada para la discapacidad, no siempre llega donde más se necesita, esto nos obliga a seguir gestionando e improvisando espacios comunitarios de rehabilitación. Algo, que debe ser garantizado desde el Estado, así como la accesibilidad a todo tipo de servicios.
Este 3 de diciembre, nos sumamos al llamado nacional e internacional que recuerda que la dignidad y la inclusión de las personas con discapacidad deben ser prioridades. A casi dos décadas de la Convención, miles de niñas, niños y jóvenes continúan creciendo entre obstáculos que deberían estar superados. Tal como señala el Dr. Nawaf Kabbarala, presidente de la Alianza Internacional de la Discapacidad (IDA), “la exclusión ocurre cuando las instituciones no logran responder de manera oportuna y adecuada a las necesidades reales de esta población”.
Reconocemos que el Estado salvadoreño ha realizado esfuerzos importantes en materia de atención, protección y desarrollo de la niñez. Sin embargo, también es nuestro deber como familias organizadas, expresar nuestras legítimas preocupaciones que afectan las vidas de nuestros hijos. La reciente disolución del CONAIPD ha generado dudas entre las familias, especialmente por el impacto que esta medida puede tener en la aplicación de la Ley Especial de Inclusión, la vigilancia del cumplimiento de derechos y los espacios de participación social que han facilitado que las organizaciones aporten, acompañen y sean partícipes del diseño de políticas y programas dirigidos a la población con discapacidad.
Este 03 de diciembre, desde el territorio, afirmamos con respeto y convicción:
Las niñas, los niños y la juventud con discapacidad y sus familias, tienen derecho a crecer, aprender y participar sin miedo a la discriminación.
Confiamos en que las instituciones del Estado continuarán avanzando, profundizando y mejorando las respuestas que esta población requiere, y reiteramos nuestra disposición para colaborar y aportar en los espacios que sean necesarios.
Subrayamos nuestro compromiso con la construcción de comunidades más inclusivas, donde cada persona pueda desarrollarse plenamente.
Vivir sin barreras para una existencia digna no es solo un ideal; es una responsabilidad compartida y un derecho que seguiremos defendiendo siempre.
San Salvador, El Salvador, 03 de diciembre de 2025