El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, un grupo de madres y jóvenes con discapacidad de San Vicente, en representación de la Asociación Los Angelitos, se hizo presente en la marcha #8M para exigir el respeto y la garantía de los derechos de las mujeres con discapacidad y de las madres cuidadoras.
En nuestro país, el 53 % de la población son mujeres, lo que equivale a aproximadamente 3 millones de mujeres en situación de desprotección. A esto se suma la falta de estadísticas precisas sobre cuántas mujeres y niñas con discapacidad existen. Esto ocurre a pesar de que El Salvador ha firmado diversos tratados internacionales, como la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, que promueven la inclusión y la no discriminación.
Sin embargo, la implementación de estos acuerdos sigue siendo un desafío. Las mujeres con discapacidad a menudo quedan excluidas de las discusiones y decisiones que afectan sus vidas. Entre los problemas que enfrentan se encuentran el alto costo de la vida, el desempleo, la inseguridad alimentaria, la destrucción del medioambiente y la ausencia de acciones, programas y políticas estatales que reduzcan la desigualdad, lo que las condena a la pobreza y la marginación social.
Es urgente que el Estado y la sociedad reconozcan y atiendan las demandas de las mujeres con discapacidad y de las madres cuidadoras. La inclusión no puede ser solo un discurso, debe traducirse en acciones concretas que garanticen igualdad de oportunidades, acceso a derechos y una vida libre de discriminación y violencia. No podemos seguir ignorando una realidad que afecta a miles de mujeres en el país. Es momento de exigir justicia, equidad y políticas públicas que realmente transformen sus vidas. ¡La lucha sigue y no daremos un paso atrás!.